Uniones

Aunque a usted el cueste creerlo, es una verdad comprobada. Adan y Eva no estaban casados. Yavé no lo consideró necesario. Así se confirma que esta llamada institución es simplemente el acto ritual de la plasmación de un contrato de índole económico. Luego, una corporación financiera radicada en Roma y cuyo nombre no voy a señalar, sacraliza la ceremonia con el objeto de atesorar más riquezas.

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