De Yago
Está comprobado que Yago o Jacobo o Diego, como se desee, llegó a la península Ibérica ─aunque entonces no se llamaba así─ desembarcando en Tarraco. De allí se dirigió al interior donde fue interceptado y capturado por una tribu de íberos, que como acostumbraban, se lo comieron.
Así que lo del pedrusco o pilar y toda la demás parafernalia mística montada sobre su viaje es falsa incluyendo, ─claro está─ el cadáver en Galicia.